Las rocas sedimentarias se forman por la deposición y compactación de sedimentos, resultando de procesos como erosión, transporte, y litificación. Se clasifican en tres tipos principales: detríticas, químicas y organógenas, y son esenciales para entender la historia geológica de la Tierra, así como para usos en construcción e industria. Además, estas rocas preservan fósiles y son relevantes en el comportamiento de los acuíferos y el medio ambiente.