Martín de Porres nació en 1579 en Lima, Perú, hijo de un español y una mujer afroperuana. A pesar de su origen mestizo y humilde, ingresó a la orden dominica donde se destacó por su caridad, humildad y capacidad para curar a los enfermos. Falleció en 1639 siendo venerado por sus milagros, aunque fue beatificado en 1837 y canonizado en 1962 por el papa Juan XXIII, convirtiéndose en el primer santo afroamericano y patrono universal de la paz.