El documento aborda la secreción biliar, destacando su importancia en la digestión y absorción de grasas, así como su composición y funciones en el sistema digestivo. Detalla el proceso de formación y almacenamiento de la bilis en el hígado y la vesícula biliar, y la acción de las sales biliares en la emulsificación y transporte de lípidos. También se menciona la influencia de la colecistocinina y la secretina en la regulación de la secreción biliar.
Universidad Católica RedemptorisMater
Facultad de Ciencias Médicas
Fisiología Médica II
Expositores: Wilber Martin Baltodano Morales
Fernanda Abigail Porras Flores
Alondra Marcela Echaverry Pérez
Rafael Saballos Avilés
Secreción biliar
Docente: Dr. Manuel de Jesús Sánchez Berrios
Managua- Nicaragua 15 de agosto de 2014
600- 120 mlbilis/dia
Funciones de la bilis
Digestión y
absorción de
grasas
Emulsiona
grasas
Transporte y
absorción
Medio de transporte
para productos de
desecho de la sangre
Ac biliares
Bilirrubina y colesterol
Secreción de bilis por el hígado; funciones del árbol biliar
4.
Higado: bilis (2fases)
1: Hepatocitos secretan
porción inicial (ácidos
biliares, colesterol)
2: Adición de una
segunda secreción
(sodio, bicarbonato)
Anatomía fisiológica de la secreción biliar
7.
Almacenamiento y concentraciónde la bilis en la vesícula biliar
30 – 60 ml
La cantidad de bilis que puede almacenarse
en ella es de alrededor de 450 ml
Mucosa: absorbe agua, Na, Cl e
incrementa la [ ] sales biliares,
colesterol, lecitina o bilirrubina
Transporte activo de Na a
trave del epitelio vascular
Absorcion secundaria de Cl,
agua y otros componentes
La bilis se concentra unas 5
veces (Max. 20)
8.
Ácidos Biliares: Constituyen50%
• Acido Cólico, Acido Quenodesoxicólico
• Ac. Desoxicólico, Ac. Litocólico
Fosfolípidos: 40% Siendo la lecitina la que
se encuentra en mayor proporción.
Colesterol: Constituye el 4%
Pigmentos Biliares: 2%, la bilirrubina es la
más importante, Ac glucuronico.
Composición de la bilis.
Función de lassales biliares en la digestión y absorción de las
grasas
13.
Funciones:
a) Acción detergentepara las
grasas fragmentándolas.
( Función emulsificadora)
b) Absorción de: ácidos
grasos, monoglicéridos,
colesterol y lípidos formando
micelas semisolubles para
su absorción.
Sin sales biliares se
excretarían 40 % lípidos en
heces
Función de las sales biliares en la digestión y absorción de las
grasas
función de lasecretina en el control de la secreción biliar.
Aumenta secreción bilis
Secreción pancreática
Secreción biliar hasta el doble
HCO3
Secreciones biliares y pancreáticas en el duodeno
ayudan para la neutralización
17.
Secreción hepática decolesterol y formación de cálculos biliares
Los sales biliares se forma
en los hepatocitos, a partir del
colesterol plasmático
El colesterol pude precipitar
en la vesícula, formando los
cálculos de colesterol, la
cantidad de colesterol de la
bilis depende de la cantidad
de grasa ingerida, ya que el
hepatocito también sintetiza el
colesterol.
#5 El hígado secreta la bilis en dos fases: 1) los hepatocitos,
las principales células funcionales metabólicas, secretan la
porción inicial, que contiene grandes cantidades de ácidos
biliares, colesterol y otros componentes orgánicos. Esta bilis
pasa a los diminutos canalículos biliares situados entre los
hepatocitos. 2) A continuación, la bilis fluye por los canalículos
hacia los tabiques interlobulillares, donde los canalículos
desembocan en los conductos biliares terminales; estos
se unen en conductos progresivamente mayores hasta que
acaban en el conducto hepático y el colédoco. Desde este, la
bilis se vierte directamente al duodeno o es derivada durante
minutos a horas hacia la vesícula biliar a través del conducto
cístico (fig. 64-11).
A lo largo de los conductos biliares se va añadiendo a la
bilis inicial una segunda porción de secreción, constituida
por una solución acuosa de iones sodio y bicarbonato secretados
por las células epiteliales secretoras que revisten los
conductillos y conductos. Esta segunda secreción duplica
a veces la cantidad total de bilis y está estimulada especialmente
por la secretina, promotora de la liberación adicional
de iones bicarbonato, que se añaden a los de las secreciones
pancreáticas para neutralizar el ácido que llega al duodeno
procedente del estómago.
#8 Los hepatocitos secretan continuamente
bilis, pero la mayor parte de esta se almacena en la
vesícula biliar hasta que el duodeno la necesita. La capacidad
máxima de la vesícula biliar es de sólo 30 a 60 ml. No
obstante, la cantidad de bilis que puede almacenarse en ella
equivale a la producida durante 12 h (alrededor de 450 ml),
porque la mucosa vesicular absorbe continuamente agua,
sodio, cloruro y casi todos los demás electrólitos pequeños
e incrementa la concentración de otros componentes, como
las sales biliares, el colesterol, la lecitina o la bilirrubina.
Gran parte de esta absorción de la vesícula depende del
transporte activo de sodio a través del epitelio vesicular, al
que sigue la absorción secundaria de iones cloruro, agua y
casi todos los demás componentes que pueden difundir. De
este modo, la bilis se concentra casi 5 veces, aunque en ocasiones
alcance máximos de 20 veces.
#9 La tabla 64-2 recoge la composición
de la bilis en el momento de su secreción por el
hígado y tras su concentración en la vesícula biliar. Esta tabla
demuestra que las sustancias secretadas en mayores cantidades
son, con mucho, las sales biliares, que representan alrededor
de la mitad del total de sus solutos; otras sustancias
también secretadas o excretadas en grandes cantidades comprenden
la bilirrubina, el colesterol, la lecitina y los electrólitos
habituales del plasma.
#10 Cuando se inicia la digestión de los
alimentos en la porción proximal del tubo digestivo, la
vesícula comienza a vaciarse, sobre todo en el momento
en que los alimentos grasos alcanzan el duodeno, alrededor
de 30 min después de la comida. El mecanismo del
vaciamiento vesicular son las contracciones rítmicas de
su pared, aunque para que el vaciamiento sea eficaz también
se necesita la relajación simultánea del esf ínter de
Oddi, que «vigila» la desembocadura del colédoco en el
duodeno.
El estímulo más potente, con mucho, para las contracciones
vesiculares es la hormona CCK, es decir, la misma que
facilita el aumento de la secreción de enzimas digestivas por
las células acinares del páncreas. El
estímulo para la secreción de CCK desde las células de la
mucosa duodenal hacia la sangre es la entrada de alimentos
grasos en el duodeno.
Las fibras nerviosas secretoras de acetilcolina, tanto vagales
como del sistema nervioso entérico intestinal, también
estimulan, aunque en menor medida, a la vesícula. Se trata
de los mismos nervios que excitan la motilidad y la secreción
de otras porciones altas del tubo digestivo.
En resumen, la vesícula biliar expulsa hacia el duodeno
la bilis concentrada por efecto de la CCK, que se libera
principalmente en respuesta a la presencia de alimentos
grasos. Si la comida carece de grasa, la vesícula apenas se
vaciará, pero cuando existen grandes cantidades de grasa,
la vesícula suele evacuarse por completo en 1 h. En la figura
64-11 se resumen la secreción de la bilis, su almacenamiento
en la vesícula biliar y su salida final desde la vesícula
al duodeno.
#11 El estímulo más potente, con mucho, para las contracciones
vesiculares es la hormona CCK, es decir, la misma que
facilita el aumento de la secreción de enzimas digestivas por
las células acinares del páncreas. El
estímulo para la secreción de CCK desde las células de la
mucosa duodenal hacia la sangre es la entrada de alimentos
grasos en el duodeno.
Las fibras nerviosas secretoras de acetilcolina, tanto vagales
como del sistema nervioso entérico intestinal, también
estimulan, aunque en menor medida, a la vesícula. Se trata
de los mismos nervios que excitan la motilidad y la secreción
de otras porciones altas del tubo digestivo.
En resumen, la vesícula biliar expulsa hacia el duodeno
la bilis concentrada por efecto de la CCK, que se libera
principalmente en respuesta a la presencia de alimentos
grasos. Si la comida carece de grasa, la vesícula apenas se
vaciará, pero cuando existen grandes cantidades de grasa,
la vesícula suele evacuarse por completo en 1 h. Las fibras nerviosas secretoras de acetilcolina, tanto vagales
como del sistema nervioso entérico intestinal, también
estimulan, aunque en menor medida, a la vesícula. Se trata
de los mismos nervios que excitan la motilidad y la secreción
de otras porciones altas del tubo digestivo.
#13 Las células hepáticas sintetizan alrededor de 6 g de sales
biliares al día. El precursor de estas sales es el colesterol procedente
de la dieta o sintetizado por los hepatocitos durante
el metabolismo de las grasas. El colesterol se convierte primero
en ácido cólico o ácido quenodesoxicólico en cantidades
casi iguales. Estos ácidos se combinan, a su vez, sobre
todo con la glicina y, en menor medida, con la taurina y forman
los ácidos biliares gluco- y tauroconjugados. Las sales
de estos ácidos, principalmente las sales sódicas, se excretan
por la bilis.
#14 Las sales biliares ejercen dos efectos importantes en el
tubo digestivo:
En primer lugar, tienen una acción detergente para las
partículas de grasa de los alimentos, haciendo que disminuya
su tensión superficial y favoreciendo la fragmentación de los
glóbulos en otros de tamaño menor por efecto de la agitacióndel contenido intestinal. Esta es la llamada función emulsificadora
o detergente de las sales biliares.
En segundo lugar, e incluso más importante que la anterior,
las sales biliares ayudan a la absorción de: 1) los ácidos
grasos; 2) los monoglicéridos; 3) el colesterol, y 4) otros lípidos
en el aparato digestivo. Para ello, forman complejos físicos
diminutos llamados micelas con los lípidos que, debido a
la carga eléctrica aportada por las sales biliares, son semisolubles
en el quimo. Los lípidos intestinales son «transportados
» de esta manera a la mucosa para su posterior absorción
hacia la sangre. En ausencia de sales biliares en el tubo digestivo,
se excretarían con las heces hasta el 40% de los lípidos ingeridos,
con el consiguiente déficit metabólico por la pérdida de
estos nutrientes.
#15 Aproximadamente
un 94% de las sales biliares se reabsorbe hacia la sangre
desde el intestino delgado; la mitad lo hace por difusión a través
de la mucosa en las primeras porciones del intestino y el resto, por
un proceso de transporte activo en la mucosa del íleon distal. Una
vez absorbidas, penetran en la sangre portal y retornan al hígado,
donde son captadas casi en su totalidad por los hepatocitos durante
el primer paso a través de los sinusoides venosos, para excretarse
de nuevo a la bilis.
De esta forma, el 94% de todas las sales biliares recircula por
la bilis; por término medio, las sales biliares retornan a ella unas
17 veces antes de su eliminación fecal. Las pequeñas cantidades
de sales biliares que se pierden por vía fecal son sustituidas por
nuevas sales sintetizadas en todo momento por los hepatocitos.
Esta recirculación de las sales billares recibe el nombre de circulación
enterohepática de las sales biliares.
La cantidad de bilis que el hígado secreta cada día depende
mucho de la disponibilidad de sales biliares: cuanto mayor sea la
cantidad de sales biliares presentes en la circulación enterohepática
(de ordinario, tan sólo 2,5 g en total), mayor será también su
ritmo de secreción hacia la bilis. De hecho, la ingestión de sales
biliares en exceso incrementa la secreción de bilis en varios cientos
de mililitros al día.
#17 Además de su gran efecto estimulante de los ácidos biliares
para aumentar la secreción de bilis, la hormona secretina, que
también estimula la secreción pancreática, aumenta la secreción
biliar, a veces hasta más del doble de su valor normal y
durante varias horas después de una comida. Este incremento
de la secreción se debe, casi en su totalidad, a la mayor cantidad
de solución acuosa rica en bicarbonato secretada por las
células epiteliales de los conductillos y conductos biliares y no
a un aumento de la secreción por los hepatocitos. A su vez, el
bicarbonato llega al intestino delgado y se une al procedente del
páncreas para neutralizar al ácido clorhídrico del estómago. Por
tanto, el mecanismo de retroalimentación de la secretina para
la neutralización del ácido duodenal no actúa sólo a través de
la secreción pancreática, sino que también influye, si bien en
menor grado, en la secreción de los conductillos y conductos
biliares del hígado.
#18 Las sales biliares se forman en los hepatocitos a partir del colesterol
plasmático. En el proceso de secreción de las sales biliares,
cada día se extraen del plasma de 1 a 2 g de colesterol que pasan
a la bilis.
El colesterol es casi completamente insoluble en el agua pura,
pero las sales biliares y la lecitina de la bilis se combinan físicamente
con él y forman micelas ultramicroscópicas en solución
coloidal
Cuando la bilis se concentra en la vesícula biliar, las sales biliares
y la lecitina se concentran a la par que el colesterol, manteniéndolo
en solución.
En condiciones anómalas, el colesterol puede precipitar en
la vesícula, induciendo la formación de cálculos de colesterol, tal
como ilustra la figura 64-12. La cantidad de colesterol existente
en la bilis depende en parte de la cantidad de grasas ingeridas,
ya que las células hepáticas sintetizan colesterol como uno de
los productos del metabolismo orgánico de las grasas. Por esta
razón, las personas que toman una dieta con abundantes grasas
durante muchos años tienden a desarrollar cálculos biliares.
La inflamación del epitelio vesicular, ocasionada en general
por una infección crónica larvada, altera las características de
absorción de la mucosa vesicular, permitiendo a veces una captación
excesiva de agua y sales biliares, aunque a expensas de
una concentración progresivamente mayor de colesterol a nivel
de la vesícula biliar. En consecuencia, este comienza a precipitar
en forma de múltiples cristales diminutos sobre la superficie de
la mucosa inflamada que después progresa a cálculos biliares de
mayor tamaño.