El documento aborda el impacto negativo de las emergencias y desastres en la educación y el bienestar de los niños, señalando efectos físicos, emocionales y sociales. Se enfatiza la importancia del soporte socioemocional y actividades lúdicas para ayudar a las comunidades educativas a enfrentar y recuperarse de estas crisis. También se sugieren estrategias de autocuidado y desarrollo de competencias socioemocionales para enfrentar situaciones de emergencia y fomentar la resiliencia.