Este documento describe el caso de un niño de 16 meses que es llevado a consulta por su madre debido a preocupaciones sobre su comportamiento, como no responder a su nombre, no seguir con la mirada, y no mostrar interés en juegos participativos. Esto sugiere la posibilidad de un trastorno del espectro autista (TEA), el cual se caracteriza por alteraciones en la comunicación e interacción social y patrones de conducta repetitivos. El documento luego discute la detección, diagnóstico y tratamiento del TEA.