Los tejidos de sostén del diente, incluyendo el periodonto, son cruciales para la estabilidad y funcionalidad dental, ya que absorben fuerzas masticatorias, protegen el diente y participan en su nutrición y regeneración. El hueso alveolar y el cemento también son componentes esenciales que soportan y fijan los dientes, mientras que la encía actúa como barrera protectora y proporciona soporte a las piezas dentales. Estas estructuras tienen roles específicos y se clasifican en diferentes tipos, asegurando el mantenimiento y salud bucal.