España tiene una economía terciaria fuerte, liderada por el turismo, el comercio y los servicios. El turismo es una de las principales industrias, atrayendo visitantes de Europa gracias a las condiciones naturales, la cultura y la infraestructura. El comercio minorista doméstico ha disminuido con el aumento de las grandes superficies, mientras que el comercio exterior se ha expandido dentro de la UE y con otros mercados. El transporte depende en gran medida de las carreteras y tiene una red centrada en Madrid