La teoría fundamentada es un método de investigación cualitativa en ciencias sociales que permite generar teorías a partir de la recolección y análisis de datos, enfatizando el proceso inductivo. Se basa en la interacción simbólica y la comprensión de las experiencias de los individuos, utilizando técnicas como el muestreo teórico y la comparación constante. Aunque presenta críticas relacionadas con su alineación con el positivismo y su carácter metodológico, busca capturar significados desde la perspectiva de los participantes.