El documento analiza la situación económica de Venezuela ante la caída de los precios del petróleo a finales de 2008. Señala que Venezuela alcanzó su máximo histórico de ingresos petroleros por habitante en 2008, pero que este nivel no se podrá mantener debido a la fuerte dependencia de las importaciones y la caída en los precios del crudo. Analiza experiencias anteriores de caídas de precios y sugiere que podrían producirse contracciones en la producción, devaluación e inflación.