En el desarrollo tecnológico e informático del último siglo, el 'mainframe' tiene un papel destacado gracias a su enorme capacidad de procesamiento y al impulso que esta supuso en la evolución de la computación. Créditos: IBM. Imagen del mainframe IBM System/360 Model 65 Computer, del año 1965. En 1937 Howard Aiken realizaba sus estudios de posgrado en la Universidad de Harvard. En las investigaciones para su tesis sobre la conducción de carga espacial en tubos de vacío, Aiken tenía que realizar un montón de cálculos. Complejas operaciones, demasiado para realizarlas con las herramientas disponibles en ese momento. Aiken comenzó a investigar: ¿ sería posible construir una máquina que permitiese realizar estos cálculos? En sus indagaciones descubrió los experimentos de Charles Babbage quien, cien años antes, había intentado lanzar su máquina analítica —para la que había colaborado con Ada Lovelace—. Inspirado por estos trabajos, diseñaría una máquina calculadora que podía hacer varias operaciones aritméticas: el primer mainframe. Aiken no se quedó en el diseño y empezó a moverlo entre distintas empresas, entre las que se encontraba IBM. El resto es historia. De la colaboración entre el Gigante Azul (por entonces en proceso de crecimiento) y Aiken nacía en 1944 el Harvard Mark I, que medía más de 15 metros de largo y pesaba cinco toneladas. Con Estados Unidos luchando en la Segunda Guerra Mundial, el servicio naval la emplearía en esos primeros años con fines militares. En los siguientes años, Aiken desarrollaría varias versiones de esta primera máquina. Para la década de los 50 del siglo XX se comercializarían los primeros mainframes: en 1951 la Oficina del Censo de Estados Unidos adquiere el UNIVAC I, el primer ordenador para uso civil. Dos años más tarde, IBM presenta su 701, diseñada para uso empresarial. Pero el nacimiento del mainframe moderno puede fijarse en 1964, con la introducción del System/360 de IBM. El ‘mainframe’ moderno “Constituyó, por aquel momento, la mayor inversión privada de la historia”, expone Ángela Alfaro, directora de Mainframe de IBM España, Portugal, Grecia e Israel. “IBM lo apostó a todo o nada, fueron cuatro años dedicados a sacar una nueva tecnología, radicalmente diferente”. El 360 del nombre era claro reflejo de por dónde iba la apuesta: el primer ordenador multifuncional, que rompía con los modelos anteriores centrados en un único propósito que automatizaban los procesos para solucionar problemas complejos. Fue, además, “la primera máquina con concepto de plataforma”, explica Alfaro, “y separó el hardware del software. Eso fue un avance muy radical en la industria”. Hasta entonces, si había que cambiar la tecnología en una organización, se empezaba de cero. El 360, con esta separación, posibilita la flexibilidad y la escalabilidad. “Creó una nueva forma tanto de pensar como de usar y diseñar la tecnología”. En su primer mes, IBM recibió más de mil pedidos. Entre sus primeros clientes, la NASA con su programa Apolo o la FAA, la administración federal de la aviación. “El mainframe nació como una máquina capaz de dar respuesta a necesidades de procesamiento masivo”, subraya Ignacio Cea, responsable de Core Enterprise y zCloud en Kyndryl España y Portugal. “Se convirtieron en el corazón de las grandes compañías, capaz de dar respuesta a todas las necesidades de servicio que tenían”. “Es una máquina tremendamente robusta”, detalla, incidiendo en su papel a la hora de permitir crecer a las empresas que se las podían permitir. Kyndryl. Ignacio Cea, responsable de Core Enterprise y zCloud en Kyndryl España y Portugal. “Los ‘mainframes’ se convirtieron en el corazón de las grandes compañías, capaz de dar respuesta a todas las necesidades de servicio que tenían” Ignacio Cea Cea también valora que, aunque en la historia del desarrollo del mainframe ha habido más fabricantes aparte de IBM, la influencia del Gigante Azul resulta clave. La década de los 60 era la de “IBM y los siete enanitos”, las otras siete empresas que fabricaban mainframes y que, con el paso de los años, se quedarían en cinco —BUNCH según el acrónimo formado por sus iniciales: Burroughs, UNIVAC, NCR, Control Data y Honeywell, tras la salida de General Electric y RCA—. A lo largo de los años, IBM se ha ido confirmando como el principal player del mercado. No es extraño, por tanto, que el siguiente gran hito lo marque la aparición de System 370, la línea que IBM presentó en la década de los 70; es, además, la primera tecnología que emplea los chips de silicio que darían nombre al centro del desarrollo informático, Silicon Valley. “El System 370 de IBM se propuso tres objetivos que ha mantenido hasta el día de hoy”, señala Alfaro: rendimiento, accesibilidad y retrocompatibilidad. “Siempre que se saca una nueva tecnología es de mayor rendimiento”, desarrolla. “Es una inversión que puede perdurar en el tiempo y hace mucho más accesible a todas las empresas que fuesen hacia la computación”. Por último, la backward compatibility o retrocompatibilidad, “que supone que por muchos cambios tecnológicos que se produzcan en el futuro, no tengas que desestimar aplicaciones del pasado, sino que sigan siendo compatibles”. Muerte y resurrección En 1984, el diario The New York Times se hacía eco de un curioso hito: ese año, las ventas de los portátiles superarían por primera vez las de mainframes en Estados Unidos. Esos “ordenadores de los que casi nadie había oído hablar hace ocho años”, como los definía el diario, habían supuesto una auténtica revolución desde que el IBM PC viese la luz. En el artículo se citaba a Michael L. Dertouzos, director del laboratorio de computación del MIT, quien era categórico: “El mainframe está muriendo; ni siquiera estoy seguro de lo que ese término significa ya”. Stewart Alsop, periodista tecnológico, aventuró en una conferencia que el último mainframe se desconectaría el 15 de marzo de 1996. No fueron las únicas voces en anunciar la decadencia del sistema. No sabían que estaba por llegar otra revolución: la World Wide Web. Internet como lo conocemos, vaya. “Enseguida tuvo aplicaciones comerciales y, cuanto más crecía, más necesario se hacía la utilización de un mainframe con capacidades de seguridad y confianza para poder hacer frente a ese crecimiento”, explica Alfaro. En IBM lanzan los servidores System 390, con mayor rendimiento en menor espacio y con menos consumo eléctrico. Pero ni con toda esta tecnología se pudo hacer frente a los avances en computación que requería internet: la disponibilidad 24×7 para usuarios, negocios y organizaciones demandaba un nivel de computación sin precedentes. El mainframe distaba mucho de estar muerto. En 2002, Alsop publicó una foto comiéndose sus palabras. IBM. Stewart Alsop comiéndose sus palabras “Muerte al ‘mainframe”. Para IBM esto implicó el lanzamiento de una nueva línea: la serie Z series 900, “la última tecnología en la que hoy estamos y seguimos evolucionando”. En aquel momento, sin embargo, eran unos servidores completamente nuevos. “Se diseñaron de cero con tecnología completamente distinta a la que había anteriormente, pero compatible con todos los programas anteriores”. Desde entonces se han sucedido con mayor agilidad las nuevas generaciones de equipos, cada vez más potentes o con mayores prestaciones para hacer frente a los siguientes desafíos, como la computación híbrida. “El mainframe se ha adaptado completamente, a pesar de lo que muchos creen”, defiende Alfaro. “Es un sistema completamente abierto y moderno”. La nube, la inteligencia artificial y, ahora, la cuántica: volver a predecir la muerte del mainframe sería, cuando menos, arriesgado. Pese a los desafíos que se le planteen, como la mejora en consumo energético. Datos recientes apuntan a que son mainframes los que soportan el 68% de las cargas de trabajo TI a nivel mundial, pero solo suponen un 6% de los costes tecnológicos. Un 71% de compañías de Fortune 500 usan mainframes como tecnología central. “No es una máquina para nada antigua”, corrobora Cea, quien apunta que se actualiza en ciclos tecnológicos cada cuatro años, “donde se renueva el procesador, la forma de la memoria, las tarjetas de comunicación, los discos… Es difícil ver una tecnología que se renueve con semejante constancia”. IBM. En la imagen, Ángela Alfaro, directora de Mainframe de IBM España, Portugal, Grecia e Israel. “El ‘mainframe’ se ha adaptado completamente, a pesar de lo que muchos creen. Es un sistema completamente abierto y moderno” Ángela Alfaro La influencia del mainframe en la historia de las TI es innegable, pero ¿ha sido la tecnología que más ha impactado? “No”, responde Cea. “A lo largo de estos años han surgido muchísima tecnología. El gran cambio a lo largo del tiempo lo ha producido el software más que el más que el hardware” defiende. “Es el que cambia todo hasta llegar a, por ejemplo, modelos de gestión automatizada, la nube… todas esas cosas en el fondo es software puro”. Para Cea, una de las tecnologías del momento son las GPU. “Cuando pasan del mundo del videojuego a ser capaces de inferir o entregar modelos de inteligencia artificial, eso es un gran salto”. Pero ese será otro artículo. SUSCRÍBASE A NUESTRA NEWSLETTER Directamente de nuestro equipo de periodistas a su bandeja de entrada Para empezar, introduzca su dirección de correo electrónico Por favor, incluya una dirección de correo electrónico válida Suscríbase